Desde la Federación, una vez
constatado que los representantes políticos no han sido capaces de aprobar el
último pleno unos presupuestos, que recordamos, deberían haberse gestado hace
casi un año, y no en el octavo mes del propio año en el que deberían ejecutarse.
Pedimos que se dé ya mismo el
primer paso, como ya pidió la propia Federación en el primer Consejo de Ciudad
de 2018, donde se rogó que, si no fueran los grupos políticos capaces de
elaborar un presupuesto en la primera mitad del año, se aprobase como ya ocurrió
el pasado año una modificación de crédito en pleno.
Y pensamos que debe ser la forma
de iniciar el curso político tras la vuelta del verano, ya que el año pasado se
aprobó el 23 de octubre, y muchas asociaciones no pudieron cobrar su subvención
ni conocer el importe a justificar de las mismas hasta la última semana de año,
obligando a los responsables del movimiento asociaciones a justificar in
extremis el último día del año.
Hay que recordar también que las
asociaciones que dependen de estas ayudas no solo cubren a las vecinales, sino que
cubren todos los aspectos culturales, deportivos, de participación ciudadana, juveniles
y sociales de la ciudad. Incluyendo a colectivos especialmente desfavorecidos como
los afectados por enfermedades, e incluso al reparto solidario de alimentos.
Es por ello por lo que apelamos
ya mismo a la responsabilidad de los políticos a iniciar esta tarea. Empezando
por incluir el punto en el primer pleno que se convoque a la vuelta de
vacaciones, ya que los plazos desde la aprobación hasta la efectiva aplicación
son largos, ya que entre otros está por ejemplo el de exposición pública de la
misma, y superar todos estos plazos puede superar los dos meses.
Invitamos también a los grupos políticos
a ponerse a trabajar ya mismo en unos presupuestos para 2019, siendo este el momento
natural, antes de iniciarse el ejercicio.
Y lo creemos clave siendo 2019
clave por ser año electoral, y en que los grupos deberían tratar de consensuar
unos presupuestos antes que las tensiones prelectorales según se acerque la
cita electoral perturbe aún más las complicadas
relaciones entre grupos, ya que los vecinos y vecinas de la ciudad no podemos
ser rehenes de sus intereses políticos que muchas veces olvidan las realidades
de quienes gobiernan